OBS Image Muchos años después del diluvio, había mucha gente en el mundo, y todos ellos hablaban la misma lengua. En lugar de llenar la tierra como Dios había mandado, se unieron y construyeron una ciudad. OBS Image La gente era muy orgullosa, y no les importó lo que Dios había dicho. Incluso empezaron a construir una gran torre para llegar al cielo. Dios vio que si se ponían a trabajar juntos para hacer el mal, podrían hacer muchas más cosas pecaminosas. OBS Image Así que cambió sus lengas en muchos idiomas diferentes y esparció a la gente por todo el mundo. La ciudad que ellos habían empezado a construir fue llamada “Babel”, que significa “confusión”. OBS Image Cientos de años más tarde, Dios habló a un hombre llamado Abram. Dios le dijo, “Deja tu tierra y tu familia y ve a la tierra que yo te mostraré. Te bendeciré y haré de ti una gran nación. Haré que tu nombre sea grande. Bendeciré a aquellos que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan. Todas las familias de la tierra serán benditas por ti”. OBS Image Abram obedeció. Tomó a su mujer, Sarai, junto con todos sus siervos y todo lo que tenía y fue a la tierra que Dios le había mostrado, la tierra de Canaan. OBS Image Cuando Abram llegó a Canaán, Dios dijo: “Mira a tu alrededor. Te daré a ti y a tus descendientes toda la tierra que puedes ver como herencia”. Entonces Abram se estableció en quella tierra. OBS Image Un día, Abram se encontró con Melquisedec, sacerdote del Dios Altísimo. Melquisedec bendijo a Abram y dijo: “Que el Dios Alt´sisimo al que pertencen los cielos y la tierra bendiga a Abram”. Entonces Abram le dio a Melquisedec la décima parte de todas las cosas que tenía. OBS Image Pasaron muchos años, pero Abram y Sarai todavía no tenían un hijo. Dios habló a Abram y le volvió a prometer que le daría un hijo y tantos descendientes como estrellas en el cielo. Abram creyó la promesa de Dios. Dios declaró que Abram era justo por haber creído en la promesa de Dios. OBS Image Entonces Dios hizo un pacto con Abram. Un pacto es un acuerdo entre dos partes. Dios dijo: “Te daré un hijo de tu propia carne, Yo daré la tierra de Canaán a tus descendientes”. Pero Abram todavía no tenía un hijo. Una historia de la Biblia de: Génesis 11-15